El mundo te necesita
Hoy quiero decirte algo, algo que quizás no sepas o que tal vez pongas en duda en algunos momentos. EL MUNDO TE NECESITA.
Sí, el mundo te necesita a ti, a ti en tu mejor
versión. A tu yo excelente, excepcional, al que no se rinde, al que siempre se levanta, al que tiene
miedo y aún así se arriesga, al que se supera, al que da lo mejor de sí cada
día.
Por si a veces lo dudas, te lo diré, tú estás aquí para
algo, tú estás aquí para mucho.
El mundo necesita de tu sonrisa, necesita que ilumines los días de los que están a tu alrededor, necesita que des cariño, aliento y comprensión, necesita que te dejes llevar por el corazón y que aparques un poquito la razón.
El mundo necesita de tu sonrisa, necesita que ilumines los días de los que están a tu alrededor, necesita que des cariño, aliento y comprensión, necesita que te dejes llevar por el corazón y que aparques un poquito la razón.
El mundo necesita que creas en tus sueños, en los de ahora
y en los que abandonaste cuando eras pequeño. Necesita de tu mirada, de tus
caricias, de tu paz y de tu sensibilidad. También necesita tus lágrimas, pero
las de verdad, la que se derraman porque dentro de ti no cabe tanto sentimiento
y o las sueltas o te terminas rompiendo. Sí, el mundo necesita regarse con esas
lágrimas tan fructíferas, que a ti te sirven para soltar y a nosotros para
limpiar, para limpiar la mezquindad, la frialdad y la superficialidad.
Pero necesitamos que te repongas, te compongas y
recompongas, que te inventes y te reinventes, que te conozcas y te reconozcas y
que te enamores y te reenamores. Necesitamos que te ames y que
nos ames, que te ames mucho, cuanto más te ames, más podrás amar, y cuanto más
te quieras, más podrás ayudar.
Pero, sobre todo, necesitamos que seas tú, auténticamente tú,
genuinamente tú, no el tú que a veces es otro, sino el tú sin máscaras, sin
artificios. Sí, ya sé que así estás más expuesto, que eres más fácil de herir,
pero... ¿Sabes una cosa? Cuando uno se ama, se quiere, se acepta pero no se conforma,
se exige sin machacarse y se supera sin frustrarse, se vuelve indestructible. Te podrán atacar, incluso te conseguirán dañar, pero tu fuerza interior será
tan grande que saldrás fortalecido, renacerás y te convertirás en fuente de
inspiración, porque jamás serás vencido.
Venga, levántate, sonríe, actívate, ve a por ello, lucha,
da, atrévete, pierde, sufre, llora y levántate otra vez, vuelve a empezar, el
mundo te necesita, no hay nadie como tú, eres único y por eso estás aquí, para
darnos eso que te hace ser tú y que no puedo ser siendo yo.
Y por encima de todo, lo que el mundo necesita es que
tengas fe, que creas, en ti mismo, en los demás, en la vida, en el futuro, en
el amor, en tus sueños. Necesita que a pesar de que te hayan roto
tus ilusiones una y mil veces, de que tus sueños se hayan consumido sin haber
podido ni siquiera rozarlos, de que la vida juegue contigo al escondite, ahora
si, ahora no, ahora te lo doy, ahora te lo quito, a pesar de todo eso y mucho
más, el mundo necesita que no dejes de creer, que no pierdas la fe, que tengas esperanza e ilusión, porque la
esperanza y la ilusión brillan tanto que iluminan kilómetros a tu alrededor.
Se luz, ilumina a los demás con tu sonrisa, con tu magia,
con tu encanto, con tu gran corazón, pero por encima de todo, ilumina porque
tengas el valor de ser tú, sencilla e inmensamente tú.
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