La vida es una aventura...o no es vida

La vida es una aventura... o no es vida. Algunos tardamos mucho en sentir esto y es tremendamente liberador, enriquecedor y transformador...

Pensamos que hay un camino preestablecido que seguir, ciertas paradas que hacer y un destino al que llegar, hasta que un buen día ves como el camino desaparece, ya no sabes dónde parar ni adónde ir...

Entonces empiezas a probar...un camino rural...una carretera comarca...una autopista a toda velocidad...paras en sitios preciosos y en otros lúgubres y más tenebrosos...

Como no te importa adonde ir, te da igual qué camino seguir...

Y te cansas, porque en los extremos no se puede estar mucho tiempo...

Sirven para conocerte y conocer, para explorar e investigar, para saber tus límites...valen para calibrar pero no para habitar...

Empiezas a pensar dónde quieres ir...y no lo encuentras... y empiezas a intuir que quizás se trate más de sentir, de escuchar a tu corazón, a tu alma...pero está tan silenciada que no te dice nada...

Y poco a poco empieza a hablar, imágenes fugaces, corazonadas... cada vez la oyes más...

Cuanto más serena y en paz estás, más la escuchas... ahora la entiendes sin dudar...

Y llega un día, el DÍA, que te cuenta donde quieres ir y para qué estás aquí...

No te muestra el camino, tampoco lo necesitas...

Tienes la dirección y el valor para partir y la fe para saber que la vida te irá mostrando, en cada momento, el sentido a seguir...

Ahora comprendes, la vida no son objetivos que tachar, ni un problema que resolver, es una aventura que disfrutar...

Piérdete, encuéntrate y vuélvete a perder, pero nunca te olvides de aprovechar cada instante, porque al final, es lo verdaderamente importante...