¿Destino o casualidad?


Nos preguntamos con frecuencia si lo que nos sucede, ha sucedido o sucederá, obedece a algún plan celestial, si hay alguien manejando los hilos que, como marionetas en sus manos, nos hace actuar o si, por el contrario, es fruto del libre albedrío, del poder que tenemos cada uno para tomar nuestras propias decisiones e ir construyendo así nuestro camino, único, irrepetible y un vaivén de ilusiones y decepciones.

Con cada elección cambiamos la dirección de nuestra trayectoria vital, vamos girando, retrocediendo, acelerando, parando, incluso a veces huyendo y, con frecuencia, lo decidimos en el último momento. ¿Puede esto ser fruto de un plan preestablecido? ¿Puede haber un guion de vida tan definido?

Algunos entienden el destino como una carretera ancha por donde nos vamos moviendo, tenemos libertad para actuar, pero dentro de unos límites que están escritos ya. Existen determinadas cosas que nos pueden suceder y que en nuestra mano está elegir qué papeleta comprar, a qué número jugar.

Otros piensan que los sucesos más importantes nos van a ocurrir decidamos lo que decidamos, estamos abocados a ellos. ¿Qué papel ocupa aquí la responsabilidad personal y la capacidad de crear?

Yo creo que lo realmente útil es saber que cuando te abres a la vida, cuando sientes que todo es posible, cuando tienes fe en ti, en la vida, en los demás y crees que algo maravilloso puede pasar es cuando empiezan a suceder cosas increíbles, independientemente de si pueden ser predecibles.

Y no solo porque al creer puedes ver, que sucede así y no al revés, no se trata de ver para creer, sino porque cuando le echas coraje a la vida, cuando sigues caminando a pesar de sentir que ya no puedes dar ni un paso más, cuando te levantas cada día y haces todo lo humanamente posible para dar lo mejor de ti, ocurren cosas espectaculares. Y no solo aquellas que son consecuencia de tu actitud y tu acción, no, situaciones inexplicables y regalos que la vida te hace para decirte, ánimo, sigue adelante, lo mejor está por venir, no me he olvidado de ti.

Señales, casualidades, causalidades, no importa las letras que lo definan, lo realmente interesante es que sucede, que cada día a millones de personas les sorprenden situaciones mágicas e inesperadas y que van contra toda lógica. Coincidencias de la vida que hacen que ya continuar no sea un esfuerzo de la voluntad, un acto de heroicidad, sino que encuentres un motivo, un porqué, emociones y sentimientos profundos que colorean tu vida de ilusión, ganas y pasión y que te hacen sentir parte de este mundo.

Y sé que ocurre porque me han sucedido. Siempre siempre siempre que me he encontrado en un momento delicado, cuando decido levantarme, volver a la vida sólo por la convicción de que nunca hay que rendirse, ocurra lo que ocurra, pase lo que pase, jamás hay que abandonarse, entonces, en ese instante que doy más de mí de lo que pensé que sería capaz de dar, cuando saco una fuerza que no sabía que tenía, sucede algo con lo que no contaba, que no esperaba y que ni mucho menos imaginaba, y que hace que quiera seguir, no sólo por disciplina y voluntad sino con esperanza, ilusión y curiosidad.

Eso es lo importante, que el misterio de la vida se desvela a los valientes, a los que se atreven a pesar de tener miedo, a los que siguen adelante a pesar de tener roto el alma, a los que no abandonan cuando no encuentran motivos para continuar porque saben que, tarde o temprano, aparecerán y no es relevante si están escritos de antemano o es puro azar.

Hay que estar convencido de que los porqués la vida te los mostrará, y si no lo estás te lo digo yo, créeme, se revelarán, siempre lo hacen, pero tienes que seguir caminando en la oscuridad y,e el momento más inesperado, la luz se hará, volverás a sentir cosas maravillosas y a disfrutar de la vida como ni sabías que podías. Levántate, continúa sin ver, es muy difícil, lo sé, pero tienes que seguir porque lo mejor, siempre siempre siempre, está por venir.

#yosoyunaguerreranounadamisela

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